Ingredientes:
1/2 kg de papines (new potatoes, baby potatoes, en fin, papas chiquititas).
1/3 taza de sal
agua (cant. necesaria)

INSTRUCCIONES:
1. Lavar los papines y ponerlos en una cacerola gruesa que los contenga sin dificultad.

2. Agregar el agua: hay que calcular "a ojo" dependiendo de la cantidad de papines y del tamaño de la cacerola. No hay que cubrir con agua para que se hiervan, la idea es poner aproximadamente 1,5 cms de agua en el fondo de la cacerola y que las papas se hagan mayormente al vapor.
3. Echar la sal sobre las papas y el agua. No es necesario mezclar, disolver ni integrar.

4. Poner la cacerola a fuego medio hasta que suelte el hervor.
5. Una vez hirviendo, bajar la temperatura a fuego bajo y tapar muy bien, evitando que se escape el vapor.
6. El tiempo de cocción depende del tamaño de las papitas, de la temperatura de la hornalla, de la cantidad de agua. Prestar atención y controlar cada tanto.
7. Cuando se empiece a escuchar que el agua se evaporó y la sal "chisporrotea", retirar la olla del fuego y sacudir para que las papas se suelten de la costra de sal.
8. Comprobar que las papas estén cocidas, blandas al pinchar pero sin deshacerse. La piel debe estar seca por la sal, y arrugada (de ahí el nombre).
9. Dejar que se enfríen un poco y sacudirlas para retirar el exceso de sal. Servir como guarnición (preferentemente con un buen mojo canario).
Curiosidades:
Según cuentan por ahí, la receta se realizaba originalmente juntando papas, y poniendolas en un balde con agua de mar, cocinándolas a las brasas. De ahí la cantidad de sal que parece excesiva pero que sólo afecta la textura de la piel de la papa, no el sabor.
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