3 o 4 tomates perita (dependiendo del tamaño)
3 cucharadas de aceite de oliva
albahaca a gusto
1/2 cucharadita de ajo en polvo
sal (cant. necesaria)
pan a gusto (un pan duro, baguette, de semillas, etc)
queso rallado (en este caso emmenthal) a gusto

INSTRUCCIONES:
1. Cortar el pan en rebanadas de grosor uniforme (no muy fino para que no se ensope con los líquidos).
2. Cortar los tomates en cubitos, descartando las semillas. Poner en un bol pequeño.
3. Precalentar el horno a 200 grados C.
4. Condimentar los tomates: agregar sal, albahaca picadita, ajo en polvo. Mezclar bien y agregar el aceite. Dejar un par de minutos para que se integren los sabores.
5. Con una cuchara, acomodar el tomate sobre las rebanadas de pan, cuidando de no mojar mucho el pan y de no acercarse mucho a los bordes, para evitar que se escurran los jugos en el horno.
6. Acomodar el queso rallado sobre los tomates (cuidando de no poner demasiado y de dejar algunos espacios entre las hebras de queso; si no, el queso se derrite y se aglomera, resultando en una "frazadita" de queso que no se integra con los tomates y se va con el primer mordisco).

7. Acomodar las tostaditas sobre una fuente para horno limpia.
8. Meter al horno a 200 grados hasta que el queso se derrita y empiece a gratinarse, y el pan se tueste. En mi caso fueron 10 minutos exactos, pero cabe aclarar que el pan estaba congelado.
Disclaimer:
Vagamente inspiradas en las tostas y las bruschettas, esta receta no pretende ser ortodoxa y original, sino rápida y práctica. Los puristas quedan advertidos.
Se puede utilizar ajo fresco picado chiquito, y variar las hierbas (quedan muy bien con orégano) o los condimentos (quiero probar de agregar pimentón dulce). Yo utilicé lo que tenía a mano en ese momento.






